sábado, 9 de junio de 2012


4. CONTROL DE LA PRIVACIDAD Y PROTECCIÓN DE DATOS.
Podemos definir el término privacidad aplicado al ámbito de las telecomunicaciones e Internet como el derecho a mantener en secreto nuestros datos personales y nuestras comunicaciones así como a saber quiénes pueden acceder a ellos. 
Los proveedores de acceso a Internet o las autoridades pueden rastrear y averiguar qué páginas hemos visitado, qué archivos hemos descargado o con quién hemos estado hablando. Es recomendable tomar precaución y no difundir nuestros datos personales por la red.
Existen algunas asociaciones que son partidarias de un mayor control de la red para la protección de datos. Esta posibilidad abre el debate en torno a los derechos constitucionales relacionados con el derecho a la intimidad y los límites entre lo privado y lo público.
En la mayoría de páginas corporativas en las que nos solicitan datos por medio de un formulario,  existe un apartado denominado “condiciones legales” en el que podemos consultar el fin que van a tener los datos que estemos proporcionando. Aparte de estas condiciones debemos saber que existe una amplia legislación internacional, europea y nacional que recoge los derechos de privacidad de los usuarios.
4.1 NAVEGACIÓN POR INTERNET
Uno de los enemigos de la privacidad en la red es la existencia de cookies. Las cookies son pequeños archivos que se almacenan en nuestro ordenador cuando visitamos páginas web y que  guardan información que será utilizada la próxima vez que entremos en esa página. Algunos de estos datos pueden ser nuestro nombre de usuario y contraseña de forma que no tengamos que volver a introducirlos.
El problema es que estas cookies también pueden ser usadas de forma maliciosa. Si una agencia de publicidad tiene anuncios en alguna página en la que entremos e instala cookies en nuestro ordenador, podrá conocer las webs que visitamos y nuestras preferencias.
Existe la opción de desactivar las cookies de nuestro navegador, pero eso provocaría que muchas páginas no funcionaran de forma correcta; lo más recomendable es borrarlas cada cierto tiempo.

4.2 BANCA ELECTRÓNICA 
En el caso de la banca electrónica los principales mecanismos de protección de datos son el cifrado de datos y el uso de más de una clave de seguridad para acceder a nuestra cuenta.
El protocolo que se usa para navegar por Internet es HTTP, mediante el que se envían todos los datos en forma de texto. Esto implica que la información que se trasfiere puede ser leída por cualquiera de los ordenadores intermedios y ser usado con fines lucrativos. Por esta razón no es conveniente el uso de este protocolo.
Para evitar esto existe el protocolo HTTPS o HTTP seguro que permite codificar la información que enviamos a través de unas funciones matemáticas complejas conocidas por el navegador y el servidor remoto.
Cada vez que accedamos a la web de nuestro banco es recomendable comprobar la barra de direcciones que la dirección contiene el protocolo HTTPS  y debemos observar si aparece un candado en la parte inferior de la ventana del explorador que indica que la navegación en esa página segura

4.3 PROBLEMAS DE SEGURIDAD Y PRIVACIDAD
Los programas espías o spyware están destinados a recabar información sobre usuarios sin su consentimiento. Estos programas pueden entrar en nuestro equipo a través de un virus, correo electrónico, o incluido dentro de algunos archivos que descarguemos de la red. Los síntomas de este programa son: Ralentización en la navegación o en todo el ordenador, visualización de ventas emergentes de publicidad, problemas para acceder al correo o mensajería instantánea. Para eliminarlos es necesario utilizar un programa antispyware.
Otro de los fraudes que se producen en Internet es el denominado phising que consiste en adquirir información sobre un usuario de manera fraudulenta. Para ello el phiser estafador se hace pasar por una persona o entidad de nuestra confianza para solicitarnos alguno de nuestros datos vía correo electrónico, mensajería o teléfono.

 Una de las técnicas más usadas es enviar un correo en el que se suplanta al banco del usuario: en dicho correo se nos pide que accedamos a nuestra cuenta electrónica o que le demos algunos datos como los de nuestra tarjeta de crédito.
No debemos hacer nunca caso a los correos de este tipo. Siempre hay que comprobar que en la barra de direcciones aparezca el protocolo seguro HTTPS y que la dirección de nuestro banco este bien escrita.

Los hackers surgieron en los años 60, se llamaban a sí mismo hackers por realizar hacks. Por ello, en la comunidad informática se reivindica que los que actúan con fines fraudulentos han de ser denominados crackers y no hackers, pues estos últimos emplean sus conocimientos para mejorar los programas y la seguridad en Internet.

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