El esfuerzo científico y
tecnológico de los últimos siglos ha permitido mejorar nuestro nivel de vida.
Ha quedado recogido en el informe Brundtland y en el Protocolo de Kioto que
este esfuerzo debe dedicarse a mantener este nivel de vida en la medida de lo
posible, así como a intentar extenderlo a toda la población del planeta sin
comprometer a toda la población del planeta sin comprometer a las generaciones
venideras. Pero este es un objetivo que, por mucho que avance la tecnología, depende
de nuestra voluntad para alcanzarlo.
La ley de las 3R, es un término
popularizado por organizaciones
ecologistas, durante las últimas décadas del siglo anterior, designa tres
acciones fundamentales para promover un desarrollo sostenible: Reducción,
Reutilización y Reciclaje.
A continuación ofrecemos
una breve lista en la que muestran
algunas de las acciones que podemos llevar a cabo para adaptarnos a la política
de las 3 R:
Reducción del consumo:
- Utilizar medios de transporte público para consumir menos combustible.
- Racionalizar el uso del agua. Mantener el grifo cerrado mientras nos lavamos las manos y los dientes. No usar la lavadora o el lavavajillas a menos que estén cargados al completo.
- Si compramos en grandes superficies, acudir con una lista de la compra que recoja los productos que realmente necesitamos.
- Evitar el consumo irracional basado únicamente en el hecho de que los precios sean más reducidos.
- No dejarse esclavizar por las modas y la ropa de marca.
- Evitar comprar productos con un exceso de material de embalaje y empaquetado
- Acudir al mercado con un carro de la compra o reutilizar bolsas para evitar generar más residuos innecesarios.
Reutilización de objetos que han perdido su función
original:
- No tirar las bolsas de plástico sino guardarlas para diversos usos.
- Utilizar los folios impresos por una cara.
- No tirar nuestra ropa y calzado usado a la basura.
- No tirar los electrodomésticos en el primer momento en el que tengan una avería.
- Comprar pilas recargables.
- Usar la imaginación, para encontrarle utilidad a objetos que pueden parecer inútiles.
Reciclaje:
- Separar nuestros residuos: en nuestros hogares deberá haber cuatro contenedores de reciclaje (uno para residuos orgánicos, otro para papel y cartón, otro para vidrio, y otro para plásticos y metales).
- Comprar artículos envasados con materiales fácilmente reciclables como el vidrio
- Consumir artículos elaborados con materiales reciclados, aunque sea un poco más caros y de menos calidad
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